Leyendo el título, supongo que muchos que no conocen su rostro se preguntarán quien era Ana María Cecilia Sofía Kalogeropoúlou. Es razonable, la mayor parte de la gente no la conocía con ese nombre sino bajo el nombre de María Callas.
Maria Callas fue una soprano griega, nacida en Estados Unidos en 1923, yo diría tan amada como criticada. Y me permito agregar, criticada por la mayoría de la gente que jamás estuvo en sus zapatos ni jamás tuvo su talento, ni lo tendrá nunca.
Legendaria
¿Por qué no tener nunca el talento de Maria Callas?
Porque básicamente Maria Callas en sus 54 años hizo más roles de ópera que cualquier otra soprano en la historia del canto lírico. La ductilidad de su voz y su registro vocal sobrehumano le dieron una corta pero prolífica carrera operística.
Tal era su virtuosismo vocal que fue una de las pioneras en el renacimiento del arte del «Bel Canto», un tipo de canto (dentro del canto lírico) que se había muerto ó había caído en el olvido.
No solo talento vocal
Maria Callas no era solamente una virtuosa con su voz sino que era una actriz comprometida. Si repasan algunas de sus actuaciones en vivo podrán disfrutarla durante minutos en dónde no canta ni una sola nota pero sus expresiones y movimientos delicados emocionan y enamoran.
Disciplina
Una de las mayores muestras de disciplina fue su dramática pérdida de peso entre 1953 y 1954. En un año perdió 36 kilos solamente para interpretar el rol de Medea.
Era una estudiosa compulsiva a tal punto que conocía no solo sus partes sino las partes de todos sus compañeros lo que le generaba enorme frustración en los ensayos cuando los demás no habían estudiado.
Los dejo aquí con una interpretación magistral del aria Dov’è L’Indiana Bruna de la ópera Lakmè. Es larga pero cada segundo vale la pena.